- Preparamos y comprobamos que todo está listo: toalla, bañera con antideslizante, agua templada (28º), cepillo de frotar, algodón para las orejas, colirio para los ojos…
- Colocamos el perro en la bañera, se le coloca el algodón en los oídos para que no le entre agua ni espuma y lo mismo con el colirio en los ojos, no queremos que se le irriten. Se le moja completamente el pelo.
- Durante el baño, vaciamos los sacos anales aclarando y desaguando de inmediato.
- Se le aplica el champú elegido y se extiende bien por todo el cuerpo, desde la cabeza hacia la base del rabo. Frotamos con la manopla o cepillo de baño haciendo movimientos circulares.
- Se aclara con abundante agua tibia hasta que no salga espuma colocando la mano sobre las orejas y los ojos para impedir que entre jabón.
- Se repite asegurando que las zonas que pasan desapercibidas se repasan bien (pies, orejas y rabo)
- Se aclara rigurosamente todo el pelo hasta que quede completamente libre de champú.
- Si necesita algún tratamiento (suavizante, antiparasitario…) ahora es el momento.
- Quitamos el algodón de las orejas y escurrimos toda el agua que se pueda con las manos. Secamos con la toalla absorbente.
NOTA: Báñele con un buen champú de hidratación intensa cuyo pH sea similar al pH de la piel del perro (pH 7). Ya que tonifican e hidratan la piel y el manto y facilitan el proceso de secado.
Si tiene un ejemplar de piel extremadamente sensible, con problemas, báñelo siempre con el Champú de Raíces del Árbol del Té de Kw. Contiene un antiséptico natural muy eficaz.
IMPORTANTE: No olvide limpiar los oídos en cada baño. Utilice un buen líquido limpiador para ayudar a disolver el cerumen. Evitará visitas al veterinario. También, aproveche que las uñas se han ablandado en el baño para cortarlas. Tenga siempre a mano un bote de Cortahemorragias Kw. o Cardinal. Y por último: Preste especial atención al interior de los pliegues de la cara. El agua con champú debe penetrar hasta su parte más profunda. Tras el aclarado, seque con esmero cada pliegue por dentro. No deje ahí nada de humedad.
HIDRATACIÓN AL FINAL DEL BAÑO:
Tras el aclarado aplique un buen hidratante. Disuelva en agua la pasta hidratante e introduzca la mezcla en un buen pulverizador. Es muy importante que sea un producto que respete el pH de su piel. Estos productos Hidratan mucho, nutren, protegen y ayudan a recomponer el pelo dañado. Son productos específicos.
EL SECADO:
Aunque tampoco es un perro de manto complicado ni se trata de ponerle tupé a nuestro chato, es un proceso sobre el que no están de más algunos consejos.
Se puede hacer de dos maneras, a mano o en jaula, pero todos los amos de mascotas no disponemos de una jaula de secado en nuestras casas. De modo que nos centramos en el secado a mano.
Para conseguir un efecto de volumen (moderado) en el pelo, lo secaremos dirigiendo el chorro de aire en la dirección opuesta del crecimiento del pelo y "de atrás alante", para que la raíz se yerga. Además es la mejor forma de que el aire penetre hasta la raíz y poder eliminar toda la humedad que puede causar irritaciones en la piel de nuestro amigo.
Secándolo de este modo, también podremos observar el estado de la piel, centímetro a centímetro.
Un último repaso nos ayudará a colocar el pelo de su manera natural manteniendo una ligera sensación de pomposidad que le da al carlino ese aspecto de peluche.
CEPILLADO:
Cepíllele frecuentemente. Tenga junto al cepillo el pulverizador con su agente hidratante y acostúmbrese a pulverizar un poco siempre que lo necesite.
En un mantenimiento diario, utilice un cepillo específico para el pelo corto. Los cepillos de goma (el Cepillo Oval Rojo, la manopla de goma o de Latex). Los cepillos de púas y las cerdas, por muy buenos que sean, no ayudan a retirar el pelo viejo y si se insiste en repasar varias veces, puede arañar la piel.
Mensualmente o previo a una exposición canina, utilice las Cuchillas de Trimming Ibáñez Gigantes Fina y Gruesa o el Vaciador Ibáñez Curvo o Recto para extraer el pelo viejo, sin brillo. De esta forma obtendrá una capa fuerte y brillante.
HIDRATACIÓN FUERA DEL BAÑO:
Esto es muy importante, no sueñe que el baño le va a proporcionar toda la hidratación necesaria. Su piel y su manto no pueden obtener de la sangre todos los nutrientes que necesitan, se van deshidratando continuamente. Es imprescindible que aplique hidratantes externos con frecuencia. De lo contrario se volverá más áspero, con pérdida de brillo y cuerpo.
Por eso, aunque no "toque" bañarle, pulverice abundante agente hidratante sobre el pelo siempre que lo necesite, para que vaya siendo absorbido por la piel y el manto. Sobre todo si hace viento, verá que cada dos o tres días el pelo le pedirá que le pulverice su producto hidratante. Utilice uno que no requiera aclarado.
En época de muda se recomienda bañarlo con mayor frecuencia, al menos una vez por semana, con agua caliente (moderada). De esta manera el pelo muerto se soltará y preparará la piel para que el nuevo pelo se anime a salir. Así se acelera de forma espectacular el periodo de muda.
Fuente. http://blogcarlinos.blogspot.mx/2011/09/banar-tu-pug.html